El monumento dulce

El caso es que Jimena, su santa progenitora y otros tantos esperan impacientemente para poder merendarse este monumental dulce. La iniciativa no sólo pretendía publicitar el lanzamiento en DVD de la película Shrek Tercero. Intentaba, además,escolarizar a un centenar de niños durante un año a través de la Organización No Gubernamental Save the Children. Cada porción de galleta costaba un euro que será destinado a la campaña Reescribamos el Futuro de la ONG. "Es una idea que partió de la productora y que nosotros acogimos encantados", explica Justo Alonso, director de comunicación de Save the Children. "Con esta campaña queremos darle educación a niños que viven en países en conflicto, que son cerca de ocho millones. Se calcula que con 50 euros ya podríamos escolarizar a un críodurante un año, y esta tarde queremos conseguir por lo menos para 100". En primavera La intención se topó con la realidad. No vendieron la totalidad de la galleta, pero el botín solidario superó los 2.000 euros. Una buena recompensa para las decenas de horas invertidas en este proyecto tan monumental como bienintencionado. Justo Almendrote, profesor de la Escuela de Pastelería de Madrid y ganador del Certamen de Gastronomía de Madrid 2007 en la especialidad de repostería, lucía su sonrisa relajada ante la cola que se estaba formando para comprar una porción de pasta. "Estos días han sido otra historia", reconocía a M2, "ha sido una locura". Y es que la historia de este Hombre de Jengibre comenzó en primavera, el día que Almendrote recibió una llamada de la gente de Shrek. "Enseguida empecé a diseñar cómo podía organizarlo para crear algo tan grande. Una vez que distribuimos el trabajo no encontré más dificultad que la que tiene hacer una galleta pequeña. Ya aquí ha habido que cuadrarla y darle una proporción adecuada, pero ha ido todo muy bien". Aunque el ensamblaje fue ayer, llevan cociendo masa "desde el lunes". "Y fabricando las masas y congelándolas desde hace un mes". Para elaborar esta galleta de récord usaron 400 kilos de harina, 200 de mantequilla, 90 de azúcar glasé, 500 huevos, vainilla, jengibre, cilantro y sal. Debido a sus extraordinarias dimensiones, la galleta se ha horneado en partes de 60 por 40 que ayer se ensamblaron en un laborioso proceso de varias horas. En total, 1.200 kilos de sabrosa y dulce pasta de jengibre. "Todos los alumnos que tengo en la escuela han participado en su elaboración", explica Almendrote, "aunque han sido 15 los que finalmente han venido a montarla". Todos se afanaban ayer desde las diez de la mañana sobre las planchas de pasta para decorarlas, bajo la atenta mirada de japoneses, escolares y curiosos de toda condición. Luego se tomaban fotos con Shrek -que se pasó por allí junto a su voz en castellano, el Cruz y Raya Juan Muñoz- y celebraban el final de uno de los proyectos más importantes de su incipiente carrera. "Otra de las profesoras que ha colaborado no ha podido estar aquí porque no sabía que era alérgica al jengibre y ha tenido que pasar la noche en el hospital recibiendo oxígeno". La anécdota, que cuenta Almendrote, es la única nota amarga de una tarde que acabó a las diez de la noche dejando, sin embargo, un sabor muy dulce en la boca.